Eso demostró ayer el judo cubano al inscribirse en cuatro de las siete finales de la jornada y coronar a dos campeones en los I Juegos Panamericanos Júnior con sede principal en Cali.
El día avanzó feliz para nuestros cuatro representantes. Desde el distante municipio de Jamundí llegaban noticias halagueñas. Una victoria tras otra confirmaba lo prometedor de un calendario que el viernes nos había dejado las medallas de bronce de Kimy Bravo y Thailien castillo.
Cayendo la noche se perdieron las dos primeras finales, con Iledannis Gómez (70 kg) y Sergueis Rodríguez (90 kg). Pero cuando el sol se había apagado tras las coordilleras caleñas, dos gigantes se “tragaron el tatami con rivales y todo”: Thalía Nariño (más 78 kg) y Omar Cruz (más 100 kg).
Iledannis se había anotado en la disputa dorada con éxitos seguidos sobre la dominicana Crevmartin Valdez y la boricua Zairv Zoe Colón. Por el oro salió agresiva y con la iniciativa, pero un error táctico la condenó ante la brasileña Luana Oliveira.
Sergueis dispuso en octavos de final del carioca Víctor Da Silva, en cuartos del paraguayo Ángel Antonio Gini y en semifinales del venezolano Juan Lorenzo Díaz. Entonces, por el oro, vio delante al estadounidense Alexander Knauf, fuerte y sobre todo ágil.
Trató el nuestro de llevar la iniciativa en el combate y buscar un buen agarre a la solapa, pero el norteño encontró el modo de propinar un perfecto ippon. Fin de la historia.
Sobra decir que tras dos derrotas a las puertas de la gloria la buena barra de Cuba comenzaba a inquietarse en el graderío… Entonces se aparecieron dos grandulones y pusieron nuestras ansias de oro en su lugar.
Thalía había celebrado dos éxitos ante del combate decisivo: frente a la venezolana Amarantha Urdaneta y la ecuatoriana Sandy Patricia Ango. Por la corona se presentó ante la dominicana Moira Murillo y fue siempre superior, hasta propinarle ippon.
«Me siento muy bien y agradecida con el colectivo de entrenadores desde la base. Esta medalla de oro no fue fácil porque tuve que sacrificarme mucho entrenando y las rivales no fueron fáciles. Vale reconocer el buen trabajo que hicieron todas aquí. Estoy muy contenta», dijo emocionada la muchacha ante varios periodistas de la Isla.
Instada a enviar un mensaje a la multimedallista olímpica y mundial en su división, Idalys Ortiz, Nariño expresó: «agradecerle muchas cosas, me ha ayudado, me ha corregido, ella también aportó su granito de arena».
Finalmente, la flamante campeona quiso enviar «mi saludo a Cuba. Yo luché por ellos, por mi pueblo, por mi patria, por sacar a mi país adelante y representarlo».
Poco después tocó el turno al recio Omar Cruz, intimidante desde la salida de los vestuarios… De su fuerza y calidad fueron víctimas en la mañana el dominicano Gabriel Antonio Marte, el azteca Omar Martir y el estadounidense Christian Konoval. Una cuota más de ese poder le tocó sufrir por el oro al argentino Joaquín Alejo.
Con frases cortas, pero muy seguras, respondió Cruz a las preguntas de la prensa en la zona mixta… «Estoy muy contento por este resultado, muy alegre por coger esta medalla. Ha sido demasiado sacrificio, llevo ocho meses preparándome en la selección nacional y fue muy duro. Quiero dar muchas gracias a todas las personas que me apoyaron», expresó en principio.
Luego le sugirieron el parecido con su gran ídolo, el francés Teddy Riner, y la respuesta no pudo ser más desafiante: «creo que puedo ser mejor que él». Ya veremos…
Este domingo concluye el evento de judo con el certamen por equipos. En este momento el medallero muestra a Brasil como líder con terna metálica de 5-1-4, seguido por Cuba (2-2-2), Estados Unidos (2-1-3) y Venezuela (2-1-2).