El español es un idioma bello, que suena como ningún otro. Y no solo tiene palabras bonitas, sino también una larga lista de frases hechas que hace de este idioma único.
Igual puede ser una lengua difícil de aprender, con verbos irregulares y polisemias. Pero lo que es indiscutible e indudable, es que es una lengua bella y que recoge en su diccionario palabras preciosas, que pueden llegar a conmover y hacer sentir de formas distintas.
El castellano posee la tercera mayor población alfabetizada del mundo (un 5,47 por ciento del total), siendo la tercera lengua más utilizada para la producción de información en los medios de comunicación, y también la tercera lengua con más usuarios de internet (364 millones, 7,9 por ciento del total).
Se estima que para el año 2050 el idioma español tendrá 820 millones de hablantes, y que para el año 2100 tendrá 1 200 millones de hablantes.
El diccionario de la RAE contiene más de 94 000 palabras. El de americanismos 70 000; aunque se estima que el 30 por ciento de las palabras que se usan ni siquiera aparece en el diccionario.
El idioma se articula con palabras y el fonema es la unidad mínima del significado de una lengua. La palabra es considerada específicamente como un conjunto de sonidos que expresa una idea. Por ello, utilizar los términos con precisión impide que quien escucha se equivoque en la interpretación de los significados.
Eso se debe principalmente a la fusión de su origen latino y su influencia del árabe. Por eso suena distinto: combina la dulzura de las lenguas romances con la contundencia de fonemas únicos.
No por gusto, el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein decía que “Los límites de tu lenguaje son los límites de tu mundo”.
Hay términos, como decía anteriormente, bellos, no solo por cómo suenan sino por su significado. Hoy te traigo algunos de esos vocablos y su significado.
Estos son algunos de ellos:
Abrigo: cosa que abriga o protege contra el frío. Procede del latín apricus. Válido para prendas y lugares, es el uniforme de los exhibicionistas.
Ademán: movimiento o actitud del cuerpo o de alguna parte con que se manifiesta disposición, intención o sentimiento. Es algo más que un gesto, porque señala intención y disposición de hacer algo sin necesidad de decir ni una palabra. Tiene su origen en el árabe hispano al-adhaman, (garantía) y dhaman, que sería seguridad o garantía. Cuando una persona trataba de remplazar dicha garantía, apelaba a promesas que acompañaba por gestos ampulosos. Así, el significado de ademán fue cambiando hasta asociarse a los movimientos que realiza un individuo para transmitir un mensaje o dar a entender algo. Una de las palabras más bonitas del español por derecho propio.