Durante el último año la vida del joven Luisvel Bayona Pedroso le ha cambiado, atrás dejó su Pinar del Río, y su natal Alonso de Rojas, en Consolación del Sur, para formar parte de la brigada educativa que colabora en Guinea Ecuatorial , precisamente en la provincia de Kie-Ntem.
“Los habitantes de esta región son acogedores, trabajadores y muy solidarios, con un fuerte sentido de comunidad. Predomina la cultura fang, que se refleja en tradiciones vivas, hospitalidad y respeto por la familia”.
Así comienza este joven , graduado de licenciatura en Biología y Química en la Universidad de Pinar del Río, quien ante nuestra curiosidad nos describe el lugar en el que ahora labora, y en el que disfruta cada pedazo de la naturaleza que le rodea.
“La provincia tiene un clima cálido y húmedo, donde se mantiene la tierra fértil durante todo el año, lo que favorece la agricultura y el verdor permanente. Las lluvias regulares aseguran un entorno siempre fresco, con abundancia de agua y ríos que nutren la zona.
“Esta condición climática la convierte en un lugar rico en biodiversidad y con un paisaje natural muy atractivo. Con un ambiente natural exuberante, con selvas tropicales, colinas verdes y aire limpio.
“ En lo social es una zona tranquila y segura, donde la vida cotidiana transcurre entre el dinamismo de la frontera y la calma de las aldeas rurales”.
Es la primera misión en el extranjero del joven docente , sin embargo, nos aseguró que se ha desenvuelto de manera positiva y profesional, y que se ha adaptado de forma rápida al entorno y a las nuevas y sólidas relaciones humanas.
“He convertido la experiencia en una oportunidad para crecer personal y profesionalmente demostrando iniciativa y compromiso de la misión, logrando los objetivos propuestos, superando los retos iniciales que implican estar lejos de mi lugar de origen”; nos aseguró con orgullo por lo logrado.
Buen estudiante, buen trabajador
Tal vez el buen desempeño laboral es resultado de que Luisvel siempre fue un estudiante aplicado durante su etapa de preuniversitario. Y recuerda sus años en el IPUEC Luis Bocourt Díaz en el municipio de Consolación del Sur, y en el Centro Mixto XX Aniversario, del poblado de Alonso Rojas.
“En esa etapa me caractericé por ser un alumno ejemplar, responsable y dedicado al estudio. Mi esfuerzo constante, disciplina y compromiso académico me permitieron alcanzar excelentes resultados, lo que me hizo merecedor en duodécimo grado de la distinción como estudiante más integral”.
Luego empezó la carrera en la Universidad de Pinar del Río, en la facultad de Educación Media, y se graduó en el curso 2016-2017.
“En septiembre de 2017 me incorporé a mi vida laboral en el Centro Mixto XX Aniversario (donde mismo antes fue alumno). Allí me desempeñé como profesor de Química de octavo y noveno grados, hasta el 2021, y siempre fui evaluado de MB, un reconocimiento que refleja mi entrega y profesionalismo en la enseñanza”.
Era muy joven, pero sus objetivos como docente estaban bien claros: que sus clases fueran de calidad y que sus estudiantes aprendieran. Por eso expone uno de sus logros.
“El mayor orgullo de mi labor docente fue lograr que el ciento por ciento de mis alumnos aprobaran con muy buenos resultados los exámenes de ingreso al IPVCE, lo que confirmó la calidad del trabajo realizado y la confianza depositada en mí como educador”.
Hay maestros que merecen respeto, y que incluso recién graduados se crecen y su labor obtiene méritos.
Por eso en el 2022 se incorporó a la Dirección Provincial de Educación como metodólogo de Biología en Secundaria Básica, para asesorar y guiar a sus homólogos municipales y atender la asignatura de Biología en la provincia.
Lejos de la Patria
En Guinea Ecuatorial imparte Ciencias de la Naturaleza y la Salud en segundo Bachiller,asignatura que es para él una verdadera pasión.
“La considero una ciencia hermosa, fascinante y profundamente enriquecedora. Con dedicación paciencia y entrega he logrado transmitir esa misma motivación en mis alumnos, lo que se refleja en que el ciento por ciento de aprobados en los exámenes de selectividad para el ingreso a la universidad”.
Al hablar de sus alumnos hay mucho respeto y consideración, por eso nos dice que son “hospitalarios, respetuosos, comunitarios, curiosos y motivados, ya que muestran interés por aprender, especialmente cuando los contenidos son prácticos o están vinculados a su vida cotidiana”.
Los retos son propios de estar lejos de la Patria . “Durante esta misión unos de los mayores desafíos ha sido estar lejos de mi familia, enfrentando la distancia física y la añoranza de los seres queridos. Sin embargo, esta experiencia me ha enseñado a valorar más los lazos familiares, a mantener la comunicación y a encontrar motivación en su apoyo, aunque sea a la distancia.
“Asimismo, he debido superar diversos retos profesionales y personales, como adaptarme a un entorno cultural y climático diferente, aprender a desenvolverme en nueva circunstancias y gestionar responsabilidades en contexto desconocido”.
Hay mucha sinceridad en las palabras del profe consolareño, quien nos confiesa que ha vivido muchas experiencias que le han dejado impresiones muy valiosas.
“Recuerdo cuando llegue aquí que empecé a impartir clases, logré que un grupo de estudiantes que inicialmente mostraban poco interés por la asignatura, empezaran a participar activamente.
“ Ver cómo comprendían conceptos complejos fue una de las mayores satisfacciones aquí en Guinea. Siempre me ha gustado esta profesión porque he sentido una pasión por enseñar y por compartir conocimientos, así como el deseo de formar nuevas generaciones.
“En definitiva cada reto enfrentado y cada logro alcanzado me confirman que la vocación y el compromiso hacen la diferencia, y que mi elección de ser profesor es una decisión enriquecedora y plena de satisfacciones”.