Las Avispas santiagueras coronan su noveno triunfo en línea, consolidándose como líderes de la temporada
Santiago de Cuba perdía, a la altura del séptimo capítulo, por 6-3, frente a Villa Clara, en lo que parecía el quiebre de su cadena consecutiva de victorias. Sin embargo, echaron mano de su arma letal, el jonrón, y viraron el marcador con dos batazos de cuatro esquinas, uno para empatar en ese episodio, y el otro a fin de coronar su noveno triunfo en línea, consolidándose como el líder de la temporada.
Ya a las Avispas les da lo mismo que la pelota pase la cercas o que se quede dentro del terreno para anotarse el cuadrangular. En el llamado inning de la suerte, Yoel Yanqui la mandó más allá de los límites, con lo cual empató en el liderazgo de bambinazos con su compañero de equipo Yoelkis Guibert, ambos con siete, y lo sobrepasó en impulsadas, pues llegó a 24, una más que su coequipero.
Como si fuera poco, ahora Yanqui, temporalmente, es poseedor de la triple corona de bateo, pues, además de los jonrones y las remolcadas, encabeza a los bateadores, con altísimo average de 513.
Por supuesto que la coronación de esas tres diademas debe esperar al final del calendario, pero fíjense si es difícil acariciar esa proeza, que en nuestra pelota solo tres hombres, por demás de gigantesca estatura con el madero en sus muñecas, han podido lograrlo.
Orestes Kindelán, en la temporada 1988-1989, resultó el campeón de bateo de la zona oriental, con 402, fue el puntero de conexiones de cuatro ángulos, y el máximo empujador, con 58. En la Selectiva de 1992, Omar Linares se ciñó ese cetro, con 398 de average, 23 pelotas fuera de los límites y 58 empujadas; y en la ii Súper Liga, en 2003, Frederich Cepeda Cruz firmó, con Centrales, la acaudalada hoja de servicio, al compilar 435, siete vuelacercas y 20 propulsadas, en un certamen de solo 20 juegos.
A un lado la historia, las Avispas regresaron en el noveno con el vuelacerca número 38 en 16 partidos jugados, pero este fue dentro del terreno, por conexión y la velocidad de Maikol Poll, quien llevó al marcador las tres decisivas.
Los Cocodrilos se mantuvieron a un juego de los santiagueros, con 13 éxitos y tres reveses, al ganar un bonito duelo en el Victoria de Girón ante Pinar del Río. Gabriel Cantero por los vueltabajeros y Pedro Mesa por los yumurinos tuvieron seis innings sin carreras. Al pinareño le pegaron solo un jit, con cinco ponches y tres boletos, y al matancero le conectaron cuatro, con tres abanicados y una transferencia. En este partido, la defensa fue responsable de todas las carreras, pues las tres fueron sucias.
Holguín noqueó a Cienfuegos y el bate de los Cachorros que más le pegó a los Elefantes fue el de Ernesto Torres, pues su balance de 4-3, incluyendo dos jonrones, tres anotadas y cinco impulsadas fue letal. También por ko Camagüey venció a Mayabeque, en un cotejo en el que José Ramón Rodríguez ponchó a nueve en cinco capítulos, con siete jits permitidos y dos anotaciones. El derecho tuvo el respaldo de un súper conocido como Alexander Ayala (de 3-2, un doble, un jonrón dos registradas y cuatro remolcadas).
Guantánamo se apoyó en su pitcheo, tanto el abridor como el de relevo, y dejó sin carreras limpias a Artemisa, que perdió en el inning de apertura cuando los del Guaso pegaron tres de los seis indiscutibles que acumularon en el desafío, uno de ellos doble de Greyson Bergery, y otro triple de Andrés de la Cruz.
No pudieron jugar Ciego de Ávila y Las Tunas por problemas de hospedaje en el Balcón del Oriente; tampoco Granma e Industriales, en Bayamo, porque los Azules, por problemas de transporte, llegaron sin tiempo para el choque; en tanto el juego Sancti Spíritus-Isla de la Juventud no se celebró porque los árbitros llegaron tarde al Yayabo.