El sistema ambiental en Pinar del Río tuvo también grandes perjuicios después de los peligros expuestos por el huracán Ian, tras su paso por la provincia.
Los fuertes vientos y las inundaciones costeras por penetraciones del mar provocaron disímiles daños a la naturaleza pinareña, esto provocó asolvamientos de ríos y arroyos, mientras que la vegetación terrestre sufrió las consecuencias por la saturación de los suelos, así lo aseguró Idalia López Pedrozo, delegada territorial del Citma.
La especialista dijo que aún se evalúan los daños asociados a los bienes y servicios ecosistémicos que proveen los recursos naturales.
Se evalúan así los ecosistemas más perjudicados por el evento meteorológico, específicamente en las zonas costeras al sur del territorio, desde el municipio de Guane hasta Los Palacios y los de la costa norte.
Hasta el momento se trabaja en la profundización de estos análisis, con lo cual se llegará a una estimación del valor económico que representan estos perjuicios en el territorio, apuntó la también máster en Ciencias.
“Hoy se tienen más de 10 millones de pesos estimados de manera preliminar, asociados al recurso suelo y se trabaja en la valoración del resto de las áreas con el fin de brindar una información más completa en términos monetarios.
“Luego de esto se podrán trazar las líneas de actuación que permitirán de manera coherente, según el grado de daño en cada una de las localidades y en los ecosistemas, cuáles serán las tareas a realizar”, enfatizó.
En tal sentido se ejecutan proyectos de cooperación internacional dirigidos a la rehabilitación de los entornos naturales afectados con este evento, pudieran citarse el proyecto Mi Costa, resiliencia costera al cambio climático a través de la adaptación basada en ecosistemas y específicamente en la provincia, tiene como centro de actuación directa el consejo popular La Coloma, además de otras áreas en los municipios del sur.
De igual forma está el proyecto Ecovalor, con presencia en cinco municipios, que trabaja en la mitigación de los daños asociados a los ecosistemas y está el proyecto recién aprobado del Fondo Nacional de Medio Ambiente, Conectando Paisajes, que también dirige sus líneas hacia la rehabilitación de los entornos naturales, fundamentalmente en Viñales, el Jardín Botánico y el museo de ciencias naturales Tranquilino Sandalio de Noda.
La especialista informó que entre los perjuicios ocasionados al patrimonio ambiental están los referentes al Jardín Botánico, perteneciente al Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales de la provincia, y en el que se dañaron las colecciones de pizarra; de serpentinas; el área de frutales, traducidas en un total de 40 hectáreas, donde el proceso de recuperación ha sido gradual.
“En esta área existen especies de frutales que no se podrán recuperar, de igual forma, especies de arenas blancas, no obstante, se espera la colaboración de otros jardines del país que aportarán nuevas especies para replantar las que sufrieron las consecuencias del huracán”, reveló.
De igual forma, fueron significativos los daños en el geoparque Viñales, sobre todo en algunos de los sitios claves.
Ya se ha recuperado el vivero y la casa de sombra del Jardín Botánico, se trabaja en la limpieza de los senderos y están inmersos en la restauración de las especies que sí se pueden recuperar.