Más de 130 toneladas de mango ya han sido procesadas por la empresa de conservas de vegetales La Conchita durante el primer mes de la campaña de la fruta, en la que tienen contratadas unas 2 000, y cuyo principal destino es la compota de los niños y otras producciones derivadas como mermeladas, pulpas y néctares.
De acuerdo con Idalberto Rodríguez Herrera, director de la entidad, no presentan dificultades con el transporte ni la contratación, la que hacen directamente con las estructuras productivas.
Explicó que, ante el complejo escenario del Sistema Electroenergético Nacional, trabajan en correspondencia con la rotación de los circuitos, incluso, en turnos de madrugada, y que gracias a la labor de los innovadores consiguieron darle mantenimiento a las diferentas líneas de producción para que funcionen sin dificultad.
DESDE EL CAMPO
Pinar del Río ha cosechado tradicionalmente entre 4 000 y 5 000 toneladas de mango. En esta campaña, marcada por la intensa sequía y las carencias de insumos y combustibles, el estimado previsto fue de unas 1 600 toneladas.
“Siempre en el mes de abril, cuando el mango está chiquito, se calcula la producción de acuerdo con la parición de las plantaciones. Todavía hoy, gracias a las últimas lluvias, hay lugares donde se percibe floración, es por ello que se han contratado con La Conchita unas 2 000 toneladas, y alrededor de 430 con la empresa agroindustrial Enrique Troncoso.
Así lo explicó Giosbel Blanco Cortada, especialista de Frutales en la Delegación Provincial de la Agricultura, a lo que añadió que de las 300 toneladas necesarias para garantizar la compota de los niños, ya se han entregado cerca de 200 a La Conchita.
“Hasta el momento, se ha garantizado el combustible para que no existan problemas con la transportación y no se detenga el proceso. Es una prioridad que se chequea semanalmente con las autoridades del Gobierno y la Agricultura en la provincia”, dijo.
Igualmente, refirió que aunque al principio hubo incertidumbre con los pallets para trasladar la producción cosechada, se le dio la tarea a las empresas forestales para entregar la madera a las entidades de suministros agropecuarios para fabricar los envases en sus carpinterías.
“Existe una demanda de pallets por cada municipio, sobre todo, en los de mayor producción, que son Los Palacios, Sandino y Consolación. Hasta ahora, todo va fluyendo, pues en la medida en que se entrega la madera se van haciendo los envases.
“También se reutilizan los que durante la campaña de frío se usaban para el tomate, además de cajas plásticas que se han destinado a los territorios que más aportan, así que este tema no debe suponer un problema”, apuntó.
En relación con el mango destinado a los mercados y al consumo social, precisó que se han distribuido más de 150 toneladas, con presencia en todos los establecimientos de la provincia, no solo en los del municipio cabecera.
“Hasta ahora no ha habido dificultad con la contratación ni con el pago a los campesinos. Se entrega el mango, y en 15 días o una semana se concilia la cifra y se paga por transferencia a las distintas estructuras o a los productores naturales que cuentan con personalidad jurídica.
“El precio se discutió a todos los niveles, empezando por la base: en el caso del mango destinado a la industria, la cooperativa le paga al productor 800 pesos por el quintal, y se lo vende a 850 a La Conchita.
“Con respecto al que se destina a los mercados, el precio es diferente. Al productor se le paga a un valor de 1 200 pesos el quintal, o sea, a 12 pesos la libra el mango pequeño, dígase manga blanca, amarilla o de corazón como se le conoce, y se vende a la población a 15. Mientras, el mango grande se les paga a 15 pesos al campesino y se vende en los mercados a 20 pesos la libra.
La campaña de cosecha y procesamiento del mango en la industria se extiende hasta el mes de julio, dando paso luego a la guayaba, otro renglón de peso en la industria pinareña.