En su debut con los Gigantes de Yomiuri, el cubano Raidel Martínez no solo ha cumplido con las altas expectativas, sino que ha superado cualquier pronóstico, adueñándose del liderato de salvados en la Liga Central, con 33 rescates.
Tras siete campañas como figura indiscutible en el bullpen de los Dragones de Chunichi, el pinareño cambió de uniforme este año con un contrato histórico y la ilusión de alcanzar una postemporada, algo que nunca consiguió con su anterior equipo.
La mudanza a Tokio generó dudas entre los analistas, ya que la historia reciente no favorecía a los latinos que habían dado ese salto: la mayoría se había visto apagada por la presión que implica vestir la camiseta de Yomiuri. Sin embargo, Martínez disipó cualquier temor desde sus primeras apariciones, manteniendo la potencia y la precisión que lo han convertido en un referente del béisbol japonés. Con una efectividad inferior a 1.50, y una consistencia casi automática en situaciones de cierre, su presencia en lo más alto de la tabla de salvados parece una costumbre en la liga.
No obstante, su reinado no ha sido un paseo. El japonés Shinya Matsuyama, antiguo compañero suyo en Chunichi, lo ha seguido de cerca durante toda la campaña, y aún representa su mayor amenaza en la carrera por el título individual.
Pero la experiencia del antillano y el impulso de jugar en un equipo que lucha por clasificar a playoffs, parecen darle ventaja en el tramo final de la temporada. Con antecedentes como los 39 y 43 rescates que lo consagraron líder en 2022 y 2024, alcanzar una cifra similar este año suena más que posible.
En otro frente, su compatriota y amigo Liván Moinelo vive un presente de ensueño desde que dejó el rol de relevista para convertirse en abridor con los Halcones de SoftBank en 2024. El zurdo, también oriundo de Pinar del Río, encabeza actualmente toda la NPB, con una minúscula efectividad de 1.19, superando con holgura al resto de los lanzadores en la Liga del Pacífico. Su dominio no es casualidad: ya en la temporada anterior se convirtió en el primer latino en conquistar un título de efectividad en Japón, con un registro de 1.88.
Con 29 años, Moinelo no solo está en la cima de varias estadísticas de pitcheo, sino que es considerado la pieza más determinante de su equipo, lo que lo coloca como serio candidato al premio de Jugador Más Valioso. La competencia interna existe, especialmente, con su compañero Kohei Arihara, firmando una gran temporada, pero el rendimiento del cubano lo mantiene como favorito.
Además, el zurdo apunta con fuerza al prestigioso Premio Sawamura, reconocimiento al mejor lanzador de todo el béisbol japonés. El año pasado, el Comité decidió no entregarlo por la paridad entre los candidatos, pero en 2025 la situación es distinta: Moinelo se ha separado claramente del resto y, de mantenerse el nivel, podría convertirse en el primer lanzador latino en la historia en recibir ese honor.
Pinar del Río, tierra de béisbol, hoy escribe dos historias paralelas en Japón: la de Martínez, cerrando victorias con puño de hierro, y la de Moinelo, dominando desde la lomita con precisión quirúrgica. Dos caminos distintos, un mismo destino: dejar huella imborrable en la NPB.