Entre los nombres grabados en el mármol de la Revolución están los de los participantes en los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Sus historias constituyen un mosaico de valentía y lealtad, pero también de altruismo y desinterés
“Con mayor orgullo que nunca digo que consecuentes con nuestros principios, ningún político de ayer nos vio tocar a sus puertas pidiendo un centavo, que nuestros medios se reunieron con ejemplos de sacrificio que no tienen paralelo como el de aquel joven, Elpidio Sosa, que vendió su empleo y se me presentó un día con trescientos pesos “para la causa”; Fernando Chenard, que vendió los aparatos de su estudio fotográfico, con el que se ganaba la vida; Pedro Marrero, que empeñó su sueldo de muchos meses y fue necesario prohibirle que vendiera también los muebles de su casa; Oscar Alcalde, que vendió su laboratorio de productos farmacéuticos; Jesús Montané, que entregó el dinero que había ahorrado durante más de cinco años…”.*
ELPIDIO SOSA
Elpidio fue uno de los más de 130 combatientes que, el 26 de julio de 1953, atacaron el cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Pero su rol fue aún más crucial, perteneció al reducido grupo que conocía el verdadero objetivo de la acción.
Nació el cuatro de marzo de 1929 en Villa Clara. Establecido en La Habana hacia 1950, enseguida contacta con miembros de la juventud ortodoxa, entre los que se encuentran Fidel, Abel, Calixto García, Jesús Montané y otros jóvenes que luego integrarían la Generación del Centenario.
El mismo a quien sus amigos escucharan decir: “Yo soy un hombre que quiere luchar; yo quiero participar en la historia», mientras se ultimaba la fase organizativa del asalto al Moncada y ante la falta de dinero, Elpidio, en un acto de total desprendimiento y compromiso con los ideales que defendía, vende en 300 pesos su plaza de dependiente gastronómico del bar Oriente, lugar donde trabajaba, para aportarlos a la causa revolucionaria.
Estuvo entre los pocos que conocían el verdadero objetivo de la acción, y por tal motivo, de acuerdo con las instrucciones, partió la noche del 14 de julio con Abel Santamaría y Ernesto Tizol, hacia Santiago de Cuba, a fin de alquilar la finca Siboney, donde bajo la cobertura de una granja de pollos se estableció el cuartel general de los futuros asaltantes.
A la hora del combate, participó en el grupo que debía atacar directamente el cuartel Moncada. Fracasada la acción, lo detuvieron y asesinaron el 26 de julio de 1953. Tenía 24 años al morir.
FERNANDO CHENARD
Nació el cuatro de febrero de 1919 en La Habana. De familia de nivel medio, casi adolescente se independizó por discrepancias políticas con su padre. Se convierte en fotógrafo y periodista de profesión. Desde muy joven manifiesta ideas revolucionarias.
Monta un taller y laboratorio, y se hace fotógrafo de prensa por cuenta propia. Se incorpora al Partido Ortodoxo y es de los primeros en pertenecer al movimiento revolucionario que organiza Fidel.
Ante la escasez de dinero para adquirir armas con las que se pudiera ejecutar el proyecto insurreccional, vende las cámaras y los equipos fotográficos de su laboratorio, y los 1 000 pesos que obtiene se los entrega a Fidel.
Tenía como misión penetrar al Moncada por la posta Tres. Pero una vez fracasada la acción, cuando Fidel da la orden de retirada, Chenard es apresado.
Conducido al cuartel, es torturado y asesinado ese mismo día, al igual que cinco de los ocho compañeros de célula que hicieron el viaje a Oriente: Marrero, Fleitas, Córdoba y los hermanos Gómez. Tenía 34 años de edad.
PEDRO MARRERO
Asaltante al cuartel Moncada, Marrero nació el 23 de octubre de 1926 en el barrio Ceiba–Puentes Grandes, en La Habana.
El golpe del 10 de marzo de 1952 removió todas las fibras de su sentir revolucionario, por lo que comenzó a frecuentar los actos estudiantiles de la Universidad. Los que lo conocían se percataron del cambio en Marrero. Ya no asistía a las partidas de dominó al final de la jornada laboral, se le veía serio, pensativo. Estaba enrolado en el movimiento revolucionario que atacaría el cuartel Moncada.
Ante la necesidad de fondos vendió el juego de comedor de su casa, el refrigerador, empeñó el salario y no vendió el juego de cuarto porque Fidel se lo impidió. Llegado el momento de la partida, en la máquina de Marrero viajaron hacia Santiago de Cuba varios de los participantes de la epopeya.
Momentos antes del ataque, Fidel pidió voluntarios para atacar la posta Número Tres. Todos dieron un paso al frente, el líder escoge a varios, entre ellos, a Pedro Marrero, quien fue designado para manejar el segundo carro donde iba el líder del grupo de jóvenes asaltantes.
El plan estaba bien concebido, pero, por una cuestión imprevista, falla el factor sorpresa y se inicia el combate fuera de los muros del cuartel. Y es en estas acciones, en la toma de la posta Tres, al tratar de ayudar a su compañero herido José Luis Tassende es que Marrero fue capturado y salvajemente asesinado por esbirros de la dictadura.
OSCAR ALCALDE
Combatiente, político y diplomático cubano, participó en las acciones del Moncada. Fue capturado y hecho prisionero junto a Fidel Castro y José Suárez, al amanecer del primero de agosto de 1953.
Nació el cinco de abril de 1922, en el municipio del Cerro, provincia de La Habana.
El golpe de estado dado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 fue para él otra gran decepción, pero sus esperanzas en la Patria y un futuro mejor para su país renacieron cuando conoció a Fidel, un día que visitó el LaboratorioThion, lugar donde trabajaba, y sostuvo una conversación con él. A partir de entonces, colaboró en la organización de los asaltos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo. Por ello, vendió su laboratorio de productos farmacéuticos y aportó dinero a la causa revolucionaria; participó en la compra de armas, las transportó y las guardó. Conduce su auto desde la capital hasta Santiago de Cuba con otros combatientes.
Luego del asalto, regresa a la Granjita Siboney y de ahí marcha a la Cordillera de la Gran Piedra junto con Fidel y otros combatientes. Es detenido una semana después cuando se encontraba durmiendo, junto con Fidel y Pepe Suárez, por tropas al mando del teniente Pedro Sarría, quien los condujo prisioneros al Vivac de Santiago de Cuba y de ahí a la cárcel de Boniato.
El 13 de octubre de 1953 es sancionado por el Tribunal de Urgencia de Oriente a 13 años de prisión. Es remitido a la prisión de Isla de Pinos, hoy municipio especial Isla de la Juventud, donde permanece hasta el 15 de mayo de 1955, en que es amnistiado junto con los demás sancionados por ese hecho. Falleció el cinco de enero de 1993 a los 70 años de edad.
JESÚS MONTANÉ
Fue uno de los participantes en el asalto al cuartel Moncada, y en 1956 en el desembarco de los expedicionarios del yate Granma. Nació en la entonces Isla de Pinos, hoy municipio especial Isla de la Juventud, el 23 de abril de 1923, y más tarde se incorporó a las luchas populares y sindicales en la década del ‘40.
En 1943 se traslada a La Habana y tres años más tarde fue detenido por el Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC). Algunos días después en unión de Abel Santamaría comienza a participar en acciones encaminadas a denunciar y a combatir al régimen dictatorial.
En mayo de 1952, en un acto que se realiza en la necrópolis de Colón, en La Habana, Montané es quien propicia que se conozcan Fidel Castro y Abel Santamaría, y a partir de entonces colabora de forma activa en la organización del movimiento revolucionario que se empieza a gestar para llevar adelante la lucha contra la dictadura batistiana. Es así, entonces, en un acto de altruismo que entregó el dinero que había ahorrado durante más de cinco años para contribuir con los preparativos de la gesta del Moncada.
Y el 26 de julio de 1953, Montané forma parte de ese grupo de hombres que asaltaron el cuartel Moncada. Posteriormente fue detenido. Resultó juzgado y condenado a 10 años de prisión. Estuvo en el Presidio Modelo junto a Fidel y otros combatientes hasta el 15 de mayo de 1955, en que son amnistiados.
*Fidel Castro Ruz: La Historia me Absolverá