Los Lobos de Pinar del Río ganaron, el pasado sábado, la corona del Torneo de Clubes Campeones de Béisbol, al doblegar 4-0 a los Sultanes de Holguín sobre la grama del estadio Capitán San Luis.
La aguerrida tropa occidental, invicta en toda la competencia, venció en el primer pleito de la jornada, con marcador de 4-2, y completó la barrida para guardar en sus vitrinassu quinto trofeo en estas lides, y así empatar con Guantánamo como los máximos ganadores históricos.
Los aullidos se sintieron en la misma primera entrada cuando anotaron par de carreras a la cuenta del abridor José Manuel Rivas, quien se fue temprano a la cueva luego de permitir par de indiscutibles, regalar igual cantidad de boletos y sufrir por una pifia al campo de su inicialista que abrió las puertas del plato.
El rescatista Jesús Quintán realizó un buen trabajo de contención, al silenciar los maderos de los anfitriones hasta casi el final del choque, pero no recibió apoyo de sus huestes, dominadas por el ganador Jesús Cantero.
Quintán aceptó dos rayitas en el séptimo acto por un elevado de sacrificio de Jorge Yoan Rojas, y un doblete impulsador de Lázaro Páez, cuando ya los verdes saboreaban las mieles del éxito.
La ventaja fue suficiente para el zurdo, quien se mantuvo todo el tiempo en la lomita encerrando en un puño a sus contrarios, para anotarse su segundo triunfo del torneo e inscribir su nombre en los anales de una justa necesaria que exalta a las series provinciales.
El título pinareño, bajo las órdenes de Donal Duarte, se une a los alcanzados por Alfonso Urquiola en las tres primeras ediciones y al de Primitivo Díaz, hace ya dos décadas.
