Una temporada ciclónica activa pronostican para este 2025, con la formación de 15 ciclones tropicales, ocho de los cuales podrían alcanzar la categoría de huracán.
De acuerdo con el máster en Ciencias Alfredo Victorero Hernández, subdirector del Centro Meteorológico Provincial,las condiciones oceánicas y atmosféricas fundamentales que regulan la actividad ciclónica tropical son favorables para que la temporada sea activa, por lo que, del total de estos eventos, 10 se desarrollarán en el área oceánica del Atlántico, tres en el mar Caribe y dos en el golfo de México.
Explicó que existe un 75 por ciento de probabilidades para que se origine o se intensifique al menos un huracán en el Caribe, y un 70 por ciento para que Cuba sea perjudicada, al menos, por una tormenta tropical.
En relación con Pinar del Río, resaltó que un ciclón tropical es un fenómeno meteorológico que abarca una extensa área y que, de forma indirecta, en ocasiones, hemos recibido perjuicios con daños significativos.
Sin embargo, añadió que existen los llamados periodos de retorno de los ciclones tropicales y huracanes, los que indican la frecuencia con la que se puede esperar la intensidad de un huracán dentro de una distancia determinada de una ubicación específica.
“Estadísticamente, cada cuatro años, nuestro territorio es golpeado por un ciclón tropical con una probabilidad del 25 por ciento, y por dos ciclones tropicales cada 22 años, con una probabilidad del cinco por ciento.
“Para el caso de los huracanes, es de esperarse perjuicio por un hidrometeoro de esta intensidad cada 10.6 años (probabilidad del 9.4 por ciento) y dos en una misma temporada, al menos una vez en 195.7 años (probabilidad del 0.5 por ciento). Para el caso de los huracanes intensos, los cálculos indican la probabilidad de daño de uno de estos sistemas cada 43.5 años”.
No obstante, alertó que Pinar del Río abarca un área pequeña y estrecha, por lo que cualquier organismo tropical que afecte directamente, podría estar incidiendo en toda la provincia.
En relación con la tecnología, dijo que a pesar de las carencias de instrumentos de observación y de estaciones automáticas que antes acompañaban a los equipos convencionales de trabajo, cuentan con las herramientas necesarias para la vigilancia meteorológica desde el centro de pronósticos.
“También, gracias al proyecto Mi Costa, contamos con tres estaciones de ese tipo que serán situadas en las zonas sur y más occidentales del territorio, que son las que en su mayoría reciben el impacto de estos eventos. Igualmente, contamos con un radar en perfectas condiciones y con especialistas muy bien preparados, además de los distintos canales en la plataformas digitales y los medios de comunicación”, concluyó.