Los prometedores avances en materia de salud a partir de la convergencia entre varias tecnologías y sus aplicaciones resultaron tema de la conferencia magistral: “Ciencias Nucleares y Nanotecnología en la Revolución Médica del siglo XXI”, expuesta recientemente en Ciego de Ávila por Fidel Antonio Castro Smirnov, doctor en ciencias físicas y biológicas.
Este encuentro, desarrollado como parte del programa de la I Convención Científica Salud, sociedad y desarrollo sostenible, del Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola, constituyó, además, motivación para una inserción más fuerte de Cuba en estas tecnologías disruptivas, a partir de las potencialidades del tema y el personal científico de calidad formado por la Revolución.
Castro Smirnov comentó cómo la convergencia de varias ramas del saber hacen progresar más rápido el conocimiento humano que la suma de cada una de ellas por separado; en este caso, la nanotecnología, biotecnología, tecnologías de las información y las comunicaciones, y de las ciencias cognitivas, que incluyen las neurociencias, conocida como convergencia NBIC o teoría del Little BANG.
En el campo de las aplicaciones, se abre para la atención médica un universo desconocido para revolucionar tratamientos y diagnósticos a partir de la manipulación del ADN, reparación de células, órganos artificiales, implantes electrónicos, cirugías robóticas, nanoimplantes en tejidos y células, nanodiagnóstico y la modelación.
El también académico titular de la Academia de Ciencias de Cuba explicó acerca de las aplicaciones o tres grandes áreas de la nanomedicina: nanodiagnóstico, nanoterapia y la terapia génica.
Resaltó la importancia de que el país se inserte progresivamente, en la medida de las posibilidades, en la llamada Medicina P4 (predictiva, preventiva, personalizada y participativa), que creará una mejor atención médica, reducirá el costo de la atención médica y motivará la innovación y creación de nuevas empresas.
En tal sentido, recordó el legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el desarrollo científico de la mayor de las Antillas, quien apostó por la biotecnología durante los años más duros del Período Especial de la década de los 1990 para la fabricación de novedosas vacunas y anticuerpos monoclonales.
“A estos temas hay que dedicarles recursos, esfuerzo, ciencia y en eso no podemos olvidarnos de Fidel y su ejemplo; debemos buscar soberanía investigativa para llevarla a la práctica y hacer segura su aplicación en pacientes. Crear nuestros propios productos, patentes, exportar y crear ingresos para la economía nacional”, significó Castro Smirnov.
La combinación de la medicina nuclear con nanomateriales fue otro de los temas tratados en la conferencia; para ello, el también Premio Anual de Salud de Cuba en 2023 ejemplificó cómo la inyección de nanopartículas de bario al ser irradiados proporcionan radiación alfa en la destrucción de tumores malignos, más localizados en el combate a las células cancerígenas y con menos efectos adversos.
Castro Smirnov señaló la importancia de que los profesionales e investigadores de la sanidad pública en Cuba indaguen con más fuerza en lo relativo a la inteligencia artificial y el machine learning o aprendizaje de máquinas, porque son tendencias relevantes a nivel mundial.
En las ideas finales, el destacado académico ponderó el uso ético de estas tecnologías al señalar que la revolución de la medicina dependerá de las manos, los cerebros y la conciencia colectiva de muchos investigadores con ética y compromiso social de hombres de pensamiento que lo empleen en el bien de los demás.
De Fidel aprendimos que debemos luchar por una revolución médica en Nuestra América por los humildes, con los humildes y para los humildes, concluyó.
En esta cita, que cerró la I Convención Científica Salud, sociedad y desarrollo sostenible del Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola, participaron Julio Gómez Casanova, primer secretario del Partido en la provincia, y Alfre Menéndez Pérez, gobernador.
