El medicamento cubano Heberprot-P beneficia hoy a miles de pacientes con úlcera del pie diabético en Venezuela, con un notable impacto en la reducción de amputaciones, destacó el experto Rafael Marcos Pimentel.
En declaraciones a Prensa Latina, el coordinador del Programa del Buen vivir para el Diabético, precisó que desde el 18 de agosto de 2008 se atendieron a 253 mil 419 pacientes, de los cuales solo 227 requirieron cirugía radical.
‘La eficacia de más de 99 por ciento del uso del factor de crecimiento epidérmico humano recombinante en pacientes con respuesta satisfactoria al tratamiento refleja el impacto positivo del proyecto’, afirmó el colaborador cubano.
En tal sentido, la especialista cubana en angiología y cirugía vascular Yailín Ríos, subrayó los beneficios proporcionados por el fármaco en consultas extendidas en los 23 estados y el Distrito Capital de la nación suramericana.
Más del 50 por ciento de las personas que acuden a los centros asistenciales y servicios de urgencias del país con una úlcera de pie diabético terminan con una amputación mayor; sin embargo, al emplear el Heberprot-P la necesidad de ese procedimiento invasivo disminuyó de forma exponencial, detalló.
Como parte de las acciones del programa, angiólogos y cirujanos vasculares cubanos desarrollan la labor de asesoría y capacitación a colegas venezolanos mediante la atención integral al paciente con este padecimiento.
A partir de las complicaciones asociadas a la diabetes mellitus, se dedican esfuerzos también a las acciones de promoción para la salud y del trabajo de detección precoz de la afección, argumentó Ríos.
Por casi tres años, la paciente venezolana Clorinda Guerra acude a los profesionales cubanos para encontrar alivio a su padecimiento.
Luego de varias sesiones de tratamiento, califica de magnífica la atención recibida en la consulta ubicada la Clínica Popular del Valle, en el sur de Caracas.
Organizado por el Ministerio de Salud de Venezuela, el programa del Buen Vivir para el Diabético procura el bienestar de los afectados con esa patología, con el soporte de la Misión Médica Cubana, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el Centro de Inmunonsayo, ambos de Cuba.
