Las visitas que marcaron una época, aquí, en esta región olvidada de la Isla antes del ‘59. Sus discursos y fotos han quedado para la historia y en la memoria de este pueblo que no olvida a su líder y confirman su presencia en casi todos los rincones de Vueltabajo. Sirva este trabajo como homenaje al cumpleaños 99 del invicto Comandante en Jefe
No era un hombre, era un pueblo entero caminando
Gabriel García Márquez
El 13 de agosto de 1926, en Birán, Oriente, nació un niño que llevaría en su sangre la terquedad rebelde de la tierra cubana: Fidel Alejandro Castro Ruz. Hijo de Ángel Castro, un gallego terrateniente, y Lina Ruz, una mujer de campo con raíces canarias.
Dicen que la partera que lo recibió al llegar a este mundo, una haitiana, años después contaría: «El niño nació con los puños apretados, como si ya trajera una lucha entre manos».
Y no cabe dudas de que así fue, pues a los seis años, al ver a un niño campesino descalzo en el barro, preguntó: «¿Por qué él no tiene zapatos como yo?». Su padre no supo responderle. Esa pregunta, indiscutiblemente, lo marcaría para siempre.
Fidel no prometía milagros, los hacía realidad. No es casual entonces que alguien escribiera en cierta ocasión «No era un dios: era simplemente el que no olvidó de dónde venía».
Desde su infancia, entre campesinos, aprendió una verdad que guiaría su vida: «El poder solo tiene sentido si se convierte en pan, escuela y dignidad para los olvidados».
Pinar del Río, la provincia más occidental de Cuba, fue testigo privilegiado de esa convicción.
La Caravana de la Victoria en Vueltabajo
Tras el triunfo revolucionario, Fidel recorrió todos los rincones del país. En Pinar del Río paró en cada batey para preguntar: «¿Cuántos niños no tienen escuela aquí?». «¿Cuántas familias duermen en tierra?». Inmediatamente ordenó la construcción de las primeras 50 escuelas rurales de la provincia en menos de un año.
El 17 de enero de 1959 el Comandante en Jefe Fidel Castro, al frente de la Caravana de la Libertad, partió de La Habana rumbo a la provincia de Pinar del Río.
Al cruzar por los poblados, el pueblo se lanzaba a la calle para recibir a los heroicos combatientes de la Sierra Maestra.
Pasadas las ocho de la noche llegó el líder a Pinar del Río. Una rastra se situó en las intersecciones de la calle José Martí y la avenida Rafael Ferro, de la ciudad, para que sirviera de improvisada tribuna.
Desde allí, Fidel se dirigió al pueblo pinareño que desbordaba de alegría y felicidad. Durante su intervención, les comentó a los presentes los futuros planes de la Revolución para cumplir el Programa del Moncada, su contenido popular y la definición de que Cuba había alcanzado la verdadera independencia.
Protagonistas del suceso recuerdan que en medio del júbilo, el Jefe de la Revolución Cubana sentenció: “¡El pueblo fue el que hizo la Revolución! Y yo estoy seguro de que esa lucha tan difícil no se hubiera podido llevar adelante sin un pueblo tan formidable y tan virtuoso como el pueblo cubano, y el único mérito que podemos tener nosotros es haberlo comprendido así y haber tenido fe en el pueblo, yo sigo creyendo en el pueblo, ¡en este pueblo!”.
Pinar sede por el aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes
Al comenzar su discurso en esta tierra, el Comandante evocaba la vida de los pinareños antes del ‘59: “En el capitalismo, ninguna región del país fue más olvidada y ninguna población de Cuba fue objeto de mayor indiferencia, y hasta podríamos decir de desprecio, a pesar de que esta provincia durante la última guerra de independencia tuvo una participación fundamental y que estas tierras fueron escenario de muchos de los más brillantes hechos de armas del Ejército Libertador y de su glorioso lugarteniente, Antonio Maceo, y de que incontables hijos de esta provincia murieron en la lucha o perecieron en los campos de concentración o como víctimas de los crímenes del colonialismo”.
Y al finalizar sentenciaba: “A ustedes, los pinareños, permítannos trasmitirles la extraordinaria impresión que hemos recibido en el día de hoy, y darles las gracias por el recuerdo que llevaremos siempre del entusiasmo, de la seriedad, de la disciplina, del calor con que han conmemorado este 26 de Julio.
“Pinareños: hagamos nuestra esta consigna angolana para los años de trabajo que tenemos por delante: ¡La lucha continúa, la victoria es cierta!”.
Las aguas de “Alberto” lo traen de nuevo
En la mente de los pinareños han quedado para siempre los momentos en que el líder de la Revolución Cubana ha visitado nuestra provincia.
Tanto para la inauguración de alguna obra, con motivo a una efeméride como por el paso de algún evento meteorológico, Fidel volvía, una y otra vez, a la tierra del mejor tabaco del mundo.
Cuando el ciclón Alberto, en 1982, dejó al territorio de San Juan y Martínez sumergido en un panorama desolador, y tras su paso, familias completas perdieron todos sus bienes, en medio de la catástrofe, la presencia del líder no se hizo esperar.
Recorre la provincia cuando el ciclón Alberto, junto a él Jaime Crombet, entonces primer secretario del PCC.
Hacer realidad el Programa del Moncada
Transformar la realidad existente antes del ’59 en la Salud y la Educación formó parte del Programa del Moncada. La inauguración de la escuela formadora de maestros primarios Tania la Guerrillera, el primero de septiembre de 1975, y la construcción de un nuevo hospital provincial en la ciudad, inaugurado el ocho de octubre de 1987, son ejemplos que demuestran que cumplió con lo prometido.
Fidel inaugura la escuela formadora de maestros primarios Tania la Guerrillera el primero de septiembre de 1975.
Fidel visita la obra constructiva del hospital Abel Santamaría de Pinar del Río. Intercambia con doctores, inversionistas e ingenieros que trabajan en la obra. Presente también Fidel Ramos Pereda, secretario del PCC en ese año. (11 de julio de 1987).
Reinaguración del Palacio de Computación
El 17 de enero es una fecha de conmemoración para Pinar del Río. En dos ocasiones estuvo Fidel un día como ese en la provincia: en 1959, cuando recorrió el territorio al frente de la Caravana de la Victoria, y en 2001, para reinaugurar el Palacio de Computación, que sería en el antiguo inmueble de la Sociedad de Instrucción y Recreo de la Colonia Española.
En esa ocasión, el Comandante dijo: “Ya se llama Palacio de la Computación y ese es un nombre muy respetable, destinado a permanecer tantos años como permanezca la Revolución, es decir, siempre…”.
La reinauguración del Palacio de Computación de Pinar del Río, el 17 de enero de 2001, fue uno de los momentos más significativos de la presencia de Fidel en la provincia
«Aló, Presidente»
Varias veces llegó acompañado de líderes de países amigos. El 21 de agosto de 2005, por ejemplo, junto al Comandante Hugo Chávez, para la inauguración de Villa Bolívar, un complejo de 150 viviendas construido por Venezuela para damnificados de los ciclones en Sandino, estuvo en Vueltabajo y, desde allí, se transmitió la edición 231 del programa Aló, Presidente.
Recorre la comunidad Simón Bolívar del municipio de Sandino en Pinar del Río junto al presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías, durante la edición 231 del programa Aló, Presidente (fotos 12 y 13)
Estos son algunos de los pasos del Comandante en Jefe por esta ciudad, pero no los únicos. También estuvo cuando se crearon las primeras comunidades campesinas, en la Vocacional Federico Engels, en la Fábrica de Componentes Electrónicos, en la CPA República de Chile, en el campismo Dos Hermanas, en la gran caverna de Santo Tomás, en el acto por el 26 de julio del 2000, entre otros, pero todos, por igual, muestran su empeño por transformar la dura realidad que encontró en este territorio olvidado antes de 1959, y que constituyen huellas que no se borran.