Fidel el 8 de octubre de 1997 afirmó en el Informe Central al V Congreso del Partido Comunista de Cuba: “Cuando los hombres escogen el deber y el honor, cuando escogen lo que es justo, es precisamente cuando más viven, porque viven mientras viva una idea, y las ideas no mueren, las causas justas se perpetúan a lo largo de los tiempos”; y es precisamente lo que ha sucedido en la historia con la figura de Ernesto Guevara de la Serna o simplemente el Che como universalmente se le conoce.
Su pensamiento y conducta de revolucionario lo convirtieron en paradigma de millones de hombres y mujeres en todo el mundo, un ícono de la revolución global, simbolizando la lucha contra el imperialismo y la opresión. Su legado continúa inspirando a movimientos sociales y políticos en todo el mundo, recordándonos que un futuro mejor es posible y que no podemos socavar la lucha por la justicia y la dignidad humana.
revolucionario del 1ro de enero de 1959, en la Ciudad de Camagüey, 5 de enero de 1959. Sitio Fidel Soldado de las Ideas
En el acto central por el XX Aniversario de la caída en combate del Comandante Ernesto Che Guevara, el 8 de octubre de 1987, Fidel reafirmó las cualidades del Che como símbolo del hombre nuevo y ejemplo a seguir:
“(…) el Che tenía no solo todas las virtudes, y todas las cualidades humanas y morales para ser un símbolo, sino que el Che tenía, además, la estampa del símbolo, la imagen del símbolo: su mirada, la franqueza y la fuerza de su mirada; su rostro, que refleja carácter, una determinación para la acción incontenible, a la vez que una gran inteligencia y una gran pureza—, cuando vemos los poemas que se han escrito, los episodios que se cuentan y las historias que se repiten, palpamos esa realidad de la vigencia del Che, de la presencia del Che. No tiene nada de extraño si uno, no solo en la vida de cada día palpa su presencia, sino hasta en sueños se imagina que el Che está vivo, que el Che está actuando y que su muerte no existió nunca.
Al fin y al cabo, debemos sacar la convicción, a todos los efectos en la vida de nuestra Revolución, de que el Che no murió nunca y que el Che, en la realidad de los hechos, vive más que nunca, está más presente que nunca, influye más que nunca, y es un adversario del imperialismo más poderoso que nunca.
El Che era un hombre de pensamiento muy profundo, y el Che tuvo una excepcional posibilidad durante los primeros años de la Revolución de profundizar en aspectos muy importantes de la construcción del socialismo, porque, por sus cualidades cada vez que hacía falta un hombre para un cargo importante, ahí estaba el Che; era, realmente, multifacético, y cualquier tarea que se le asignara la cumplía con una seriedad y una responsabilidad total.
Si hace falta un paradigma, si hace falta un modelo, si hace falta un ejemplo a imitar para llegar a esos tan elevados objetivos, son imprescindibles hombres como el Che, hombres y mujeres que lo imiten, que sean como él, que piensen como él, que actúen como él y se comporten como él en el cumplimiento del deber, en cada cosa, en cada detalle, en cada actividad; en su espíritu de trabajo, en su hábito de enseñar y educar con el ejemplo; en el espíritu de ser el primero en todo, el primer voluntario para las tareas más difíciles, las más duras, las más abnegadas, el individuo que se entrega en cuerpo y alma a una causa, el individuo que se entrega en cuerpo y alma a los demás, el individuo verdaderamente solidario, el individuo que no abandona jamás a un compañero, el individuo austero; el individuo sin una sola mancha, sin una sola contradicción entre lo que hace y lo que dice, entre lo que practica y lo que proclama: el hombre de acción y de pensamiento que simboliza el Che.
Constituye para nuestro país un honor y un gran privilegio haber contado entre sus hijos, aunque no hubiera nacido en esta tierra, ¡entre sus hijos!, porque se ganó el derecho a considerarse y ser considerado hijo de nuestra patria, es un honor y un privilegio para nuestro pueblo, para nuestro país, para nuestra historia, para nuestra Revolución, haber contado entre sus filas con un hombre verdaderamente excepcional como el Che”.
por naciones africanas y asiáticas, el 12 de junio de 1959. Sitio Fidel Soldado de las Ideas
Fidel recordaba mucho al Che, reflexionaba mucho en torno a su figura, su personalidad, su relación peculiar, el afecto, los vínculos fraternales de compañerismo, la lucha unida durante casi 12 años, desde el momento en que se conocieron en México hasta el final, una etapa rica en acontecimientos históricos que definieron el rumbo de la Revolución Cubana.