Carlos remó dos oros en San Salvador

Con apellido de abolengo deportivo en San Juan y Martínez, Ajete, con solo 24 años, ya se ubica en la elite del canotaje cubano.

A pocas horas de su llegada de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe recibía en su casa, en el barrio Galafre Viejo, a una nutrida representación de la dirección municipal del Inder, de la UJC y a este redactor, orgullosos todos de sus resultados.

El encuentro se convierte en una fiesta del barrio: los abuelos que han llevado horondos el peso de su crianza; los nombres de otros dos Ajete, Omar multicampeón olímpico y Félix integrante del equipo Vegueros, redondean las anécdotas del ambiente.

Sustraigo a Carlos unos minutos de tantos reconocimientos, en un mediodía en el que el abrazador calor se suma también al diálogo.

Los juegos deportivos regionales más antiguos del mundo representan para cualquier atleta un primer peldaño internacional en la carrera hacia la Olimpiada. Carlos valora la importancia y resultados en San Salvador.

“Para nuestro equipo este evento tenía mucha importancia, pues aspirábamos a que el remo hiciera un gran aporte en medallas a la delegación cubana. Aunque no satisfechos, tres medallas de oro y siete de plata se catalogaron como buen resultado. Solo superados por los mexicanos.

“En lo individual estoy muy contento con esas dos medallas de oro que pudieron ser tres, pero al no haber la cantidad necesaria de países inscriptos no se desarrolló el single.

“Competí el 27 en el evento de dos remos largos sin timonel, en el que obtuve la medalla de oro junto a mi compañero Reidy Cardona y superamos a las duplas de México y Venezuela. El 28 llega mi otro oro, esta vez en el cuatro par de remos cortos junto a Reidy, Roberto Paz y Leduar Suárez, en el cual vencimos también a mexicanos y venezolanos.

“Te comento que el 24 de junio fue mi cumpleaños, por lo tanto fue el mejor regalo que me hice en esta competencia, y que coincide también con mis 24 años”.

San Juan y Martínez tiene tradición de buenos remeros: Arnaldo Rodríguez, quien alcanzó un quinto lugar olímpico, y Magdalena, su hermana medallista en centro y panamericanos.

“Con Arnaldo he tenido varios contactos, ya que durante los entrenamientos en La Coronela ha llegado por allá, nos da muchos consejos y me emociona cuando cuenta sus éxitos, y saber que es sanjuanero me llena de orgullo”.

Aunque está de vacaciones hasta el día 15, se avecinan difíciles competencias para Carlos. En septiembre el Mundial de su deporte y a finales de año los Panamericanos en Chile.

“Así es, el Mundial siempre es muy difícil, los europeos son muy fuertes en todas las modalidades, pero voy dispuesto a colarse entre los 10 primeros de mis especialidades para tener opciones de asistir a la Olimpiada de París 2024.

“En los Panamericanos también es dura la pelea, pero ya tengo la experiencia de Lima 2019, donde obtuve plata en cuatro pares de remos sin timonel y bronce en ocho remos largos con timonel, es decir, estamos de lleno en la pelea, pero en esta ocasión vamos por más”.

Aunque se dio abundantes elementos de lo sucedido a Ajete en el Preolímpico de América efectuado en marzo de 2021 en el lago Rodrigo de Freitas en Río de Janeiro, no quería perder la oportunidad de escuchar su versión personal.

Se rio por un rato, y aquel cuerpo de 1,98 centímetros y 100 kilos de peso se movió sobre el equipo de entrenamiento que le servía de asiento en el portal de la casa y por momentos pensé que no me iba a responder, pero todos los que escuchaban sus respuestas lo miraron inquisidores esperando su anécdota:

“En toda mi carrera deportiva ese fue el momento más triste por el que he pasado, pues tuve en mis remos la posibilidad de clasificar a la Olimpiada de Tokio 2020, sin duda la máxima aspiración de todo atleta.

“Mira, avanzó directo a las semifinales del single categoría (1x) al superar la línea de meta en el segundo lugar del preliminar. Entró a la final, me sentía bien, remaba fuerte, me veo entre los clasificados, y tal vez esa posibilidad me puso un poco nervioso y tropiezo con la boya de la pista náutica, de lo cual no pude recuperarme y terminé sexto, ahí se esfumaron las posibilidades de ir a la Olimpiada”.

Lo reclaman para reconocer sus méritos y hacer las fotos que dejarían evidencias del encuentro con un joven sencillo, que pone en alto -en cada competencia- a Cuba y su amor por San Juan y Martínez.