Cuba tiene hoy un déficit presupuestario más grande del deseado y reducirlo sin acudir a políticas de choque es el reto, según el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil.
Al intervenir en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda la víspera, el ministro recordó que la nación caribeña experimentó una caída del 13 por ciento de su producto interno bruto entre 2019 y 2020, así como la pérdida de más de tres mil millones de dólares, pero a pesar de ello no renunció al gasto social.
Esa actuación contribuyó al incremento del déficit, pero esa es la naturaleza del sistema socialista, significó Gil, quien refirió que a pesar de las dificultades no cerraron escuelas y hospitales, en tanto protegieron a los más vulnerables y a trabajadores que quedaron sin empleo temporalmente debido a la Covid-19.
Cuba es un país diferente, con políticas inclusivas, que tiene que pensar siempre en las soluciones para más de 11 millones de cubanos, no para una minoría, enfatizó.
El vice primer ministro refirió que este año existen las condiciones para, sin aspirar a grandes saltos, continuar con la recuperación gradual de la economía nacional, lo cual está muy ligado al mantenimiento del control sobre la Covid-19.
Entre las variables que hablan de una mejor situación en este 2022, Gil aludió a una mayor estabilidad del sistema electroenergético, el incremento en el número de visitantes internacionales, con 86 mil en enero, y el aumento de las producciones agropecuarias.
A ello se suma la incorporación de nuevos actores económicos, con casi dos mil micro, pequeñas y medianas empresas; las medidas para fortalecer las entidades estatales, y la creación en 2021 de 200 mil empleos, a pesar de las restricciones económicas y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos.
Acerca de este último remarcó que es el principal obstáculo al desarrollo del país, pero a pesar de ello estamos obligados a buscar las vías para sobrevivir y avanzar en los propósitos trazados.
