Alrededor de 22 empresas de la provincia Pinar del Río asumen hoy un mantenimiento constructivo en el hospital Abel Santamaría Cuadrado, el segundo hospital más grande de Cuba. Esta institución, la cual posee la mayor parte de los servicios de peso del territorio, sufría un deterioro considerable. Las acciones abarcan 15 salas y otros servicios
Las acciones constructivas que se acometen hoy en el “Abel Santamaría”, más que un reclamo profundo y constante de pacientes y trabajadores, era ya un compromiso puntual de la dirección general de Salud en el territorio, así como de las principales autoridades gubernamentales.
Tras un proceso de conciliación, se decidió, entonces, que las empresas que cerraron con un grupo de utilidades el pasado 2024, y que se encontraran en condiciones de ayudar, pues se incorporaran a las tan necesarias labores constructivas de forma paulatina.
Esta, según especialistas del sector de la Salud, es la segunda ocasión en que la institución recibe con beneplácito el apadrinamiento de entidades del territorio vueltabajero, con el fin de solucionar problemas relativos a redes hidrosanitarias, carpintería, electricidad, pintura, iluminación y otros asuntos de forma general.
REHABILITACIONES INTERNAS
De acuerdo con el doctor Daniel Santana Hernández, director general de la institución, el “Abel” es el segundo hospital más grande de Cuba en cuanto a dotación de camas, pues cuenta con 1 022 capacidades de ingreso. Además, a la par del bloque hospitalario propiamente, también coexiste el Bloque Materno con otras 383 camas.
“Este tema del apadrinamiento se aprobó en enero–febrero de este año, y se decidió que se trabajara en las salas más deterioradas. En estos momentos, nos encontramos todavía en estas faenas, pues muchas de las empresas que nos acompañan, no han terminado lo planificado.
“Hasta ahora, la única sala que se ha entregado es la F, la cual la asumieron las empresas de Transporte Agropecuario y la ENIA. No obstante, en el último chequeo realizado, se acordó que las obras debían terminar todas en saludo al próximo 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional”, expresó el directivo.
Según conoció este semanario, otras de las salas que se encuentran en un punto avanzado de su terminación son la UCI 4, la cual está apadrinada por “La Conchita” y la Empresa de Gestión de Inmuebles.
A ella se suman también la sala C (Ictus), en la cual se afanan las empresas Alimentaria y de Servicios, respectivamente, y la sala J (Nefrología), acometida por el Combinado Lácteo y la Empresa Filial EISA.
Algo importante es que las entidades asociadas a cada sala, no solo han cumplido con la parte constructiva: díganse enchapes, carpintería, plomería y demás, sino que también han asumido con profesionalidad, compromiso y entrega, problemas de chapistería, mobiliario de uso sanitario y hospitalario, reparación de mesas y sillas para los comedores y otros.
“No cabe duda, y tenemos que destacar, que estos cambios que ya son visibles y palpables para todos, le han dado un vuelco a las dinámicas hospitalarias internas, por decirlo de algún modo. En la actualidad se respira un ambiente más agradable, de mayor atención, donde el paciente se siente mucho más cómodo y mejor atendido, y nuestro personal está más comprometido con su trabajo”.
Y no es menos cierto, pues según sondeos realizados, los galenos entrevistados refirieron satisfacción con los cambios acometidos en cada una de sus salas, razón por la cual, algunos opinaron sobre su participación activa en las labores constructivas.
Por su parte, los pacientes agradecen los trabajos, principalmente, los relacionados con la plomería, cambio de muebles sanitarios y el mejoramiento de mobiliarios y pintura, acciones que desde hacía mucho tiempo reclamaban.
Ahora, aseguraron muchos de los entrevistados, temas como la higiene, el confort de las camas, la salubridad en sentido general de las salas y la privacidad y limpieza de los baños son asuntos resueltos.
Santana Hernández puntualizó, además, que ya no se respira esa fetidez que antes existía, debido al desatasco y mejoramiento de las cañerías y plomerías asociadas a los baños. Asimismo, la sustitución de lozas, lavamanos y tazas en mal estado, también ayuda a que la limpieza sea mejor y más efectiva.
“Atrás va quedando ese ambiente desfavorable que nos generaba un paciente negado a ingresar por cuestiones de salubridad o confort. Los niveles de aceptación, en cuanto a la estadía e internamiento, se han elevado exponencialmente.
“No voy a negarlo, llegó un momento en que muchos pacientes preferían y pedían el ingreso en el hogar, firmando para ello los documentos necesarios y pertinentes. Eso para nosotros era una derrota moral y profesional inmensa, pero ya eso es pasado”.
El directivo aseguró que también, gracias al trabajo realizado hasta la fecha, se han reducido de forma considerable las sepsis que se presentaban, principalmente, en las salas E de Cirugía y F (Angiología), en esta última, a causa de las úlceras de pie diabético
Pero, sin restarle importancia a lo mencionado, quizás las labores más importantes, debido al impacto positivo que generarán tras su terminación, se acometan en las salas quirúrgicas, las cuales eran uno de los reclamos más fuertes de la población pinareña.
En este sentido, pueden mencionarse la H (Otorrino y Urología), la Q (Ortopedia), y la Unidad Quirúrgica Central del hospital, que se localiza en el tercer piso, esta última en la que ya se ejecutan acciones como la impermeabilización.
“Pienso que lo más hermoso de estas obras, lejos de lo que implicarán los remozamientos, es que, gracias a la simbiosis que hemos creado, la camaradería y demás, todas las empresas han manifestado la intención de quedarse a tiempo completo con nosotros tras la terminación de sus objetos de obra.
“Estas entidades se van a mantener en constante intercambio con nosotros y con las salas que apadrinaron, de forma tal que no haya que esperar otros dos o tres años para volver a actuar sobre los problemas que se presenten”.
PRESUPUESTO PROPIO
A pesar de todos los trabajos realizados hasta el momento, las acciones constructivas no cesarán ahí, pues de acuerdo con declaraciones de Segundo Robaina Osorio, jefe inversionista de mantenimiento y sistemas ingenieros de la Dirección General de Salud, este hospital tiene un presupuesto que ronda los 12 millones de pesos.
“Tras terminar esta primera ronda, la idea es la de subcontratar empresas y mipymes del sector de la construcción para llegarle a otros bloques que también lo necesitan.
“En este caso podemos hablar de la sala de legrados, la cual está en muy malas condiciones y que necesita un mantenimiento constructivo; también se pretende laborar en el Cuerpo de Guardia, donde la intención es la de mejorar el tema de las luminarias, el confort en consultas, las puertas y carpintería en sentido general, y los baños”, expresó.
Actualmente, según declararon los directivos, existen tres salas cerradas pertenecientes al Bloque Materno que llevan una inversión, y ya están incluidas para accionar sobre ellas: la sala de Ginecología, la M y la P.
“En el caso de la MF, también tenemos intenciones de incluirla en el presupuesto propio para actuar sobre ella, ya que esta se quedó relegada al concluir la parte de Neonatología”, acotó Santana Hernández.
De las 33 salas con que cuenta el “Abel Santamaría”, se mejorarán 18 de forma general al concluir el presente semestre, lo cual significa que este hospital tendrá más del 50 por ciento de su estructura restaurada, si se mira con números fríos.
Robaina Osorio indicó que en ocasiones no se tiene conciencia sobre lo que el país y la economía de la provincia destinan para mejorar la calidad de la salud del pueblo.
“Para que se tenga una idea, si fuéramos a hablar de un monto total asociado a estas labores, con los precios actuales, estaríamos hablando de más de 50 millones de pesos”, precisó el jefe de inversiones.
CALIDAD E INDISCIPLINAS
Ambos directivos también coincidieron en la insatisfacción constante que debe tenerse en cuanto a la calidad a la hora de la terminación y entrega de los objetos de obras.
Robaina Osorio apuntó que todavía queda mucho por rectificar en este campo, pues en sus palabras “la observancia y exigencia hacia las empresas encargadas debe ser una deuda propia, de forma tal, que el desvelo y la preocupación en este sentido se conviertan en obras de calidad óptima que perduren en el tiempo.
“La población será quien tenga la última palabra, pues son ellos los jueces más críticos debido a la condición de dolientes y acompañantes; en cambio, por otro lado, igualmente deberán ser ellos mismos los que conserven, protejan y cuiden los trabajos que tanto sudor y sacrificio han costado”, expresó.
Sobre las indisciplinas sociales, nuestro semanario indagó sobre tan complejo asunto, pues de nada vale que se engalanen servicios y salas, para que al poco tiempo se vean perjudicadas por conductas tan indeseables como punibles.
En este sentido, el acceso sin restricciones es una de las preocupaciones constantes de la Dirección General de Salud, pues de 16 posiciones a cubrir por agentes de seguridad, solo se cubren tres.
Por otra parte, lo relativo al cuidado de la limpieza y al vertimiento de los desechos sólidos por pacientes, familiares y visitantes en lugares no destinados para ello como pasillos, escaleras, baños y áreas verdes, es otra asignatura pendiente.
Sobre los hechos vandálicos, el doctor Santana Hernández mencionó que es en las noches cuando estos se multiplican.
“Podemos mencionar el robo de las cristalerías de los pasillos, de las losas de mármol y de las luminarias. En el caso de estas últimas, la tendencia también ha sido a dañarlas, para para dejarlas inservibles. Se ha atentado, además, contra los elevadores, los teléfonos públicos, los falsos techos y otros”.
Para combatir lo anterior, en el “Abel” se buscan alternativas como la guardia obrera; sin embargo, las posiciones que se cubren solo permanecen activas hasta las cuatro de la tarde. Y es de ahí en lo adelante cuando ocurren todos esos delitos. En el caso de las noches, algunos administrativos y personal puntual de Salud asumen la vigilancia; no obstante, el hospital es demasiado grande, por lo que a estos les resulta imposible cubrirlo en su totalidad.
“Debemos decir, igual, que mantener limpio todo un coloso como este, con alrededor de 8 000 personas flotantes cada día deambulando, –de ellas alrededor de 1 800 acompañantes y otros miles de visitantes– es una tarea imposible.
“Hacemos un esfuerzo tremendo para mantener la limpieza, pero de 280 auxiliares que necesitamos en plantilla, actualmente solo tenemos alrededor de 50. Aquí tenemos que agradecer la colaboración de reclusos del Minint, pero esta no es la solución definitiva”.
Debido a lo anterior, Santana Hernández expresó que se estudia y se trabaja en un paquete de medidas que, de cierta forma, ayuden a proteger y mantener lo que se ha conseguido. Para ello, una de las propuestas residirá en limitar un tanto el acceso y la viabilidad libre dentro del hospital, con especial énfasis en las noches.
“Tenemos que ir creando cultura en nuestra población sobre los deberes y derechos en las instituciones hospitalarias. Sabemos que estas serán medidas que quizás creen cierto rechazo, pero esperamos que se comprendan. La población debe conocer que no serán restricciones improvisadas, sino que forman parte de un reglamento escrito y pautado, que se ha ido obviando y permitiendo con los años.
“Por supuesto, esto va a implicar mayor responsabilidad y compromiso de nuestra parte, en el sentido de mejorar en lo relativo a la comunicación constante hacia los acompañantes y familiares de los pacientes que se mantienen ingresados en las salas.
“No hablamos de medidas que se impondrán con carácter marcial mañana, pues estas se discutirán con la población y las autoridades competentes de la provincia. Unido a ello, nos acompañarán el Partido y el Gobierno. Además, en el momento en que se decida su implementación, se notificarán con antelación a través de los medios de comunicación, los canales oficiales y las redes sociales.
“Lo que es una certeza es que nosotros, de cierta forma, debemos buscar alternativas que nos ayuden a preservar las salas y áreas comunes, lo cual, sin duda, con el tiempo ayudará a la calidad de la estadía de pacientes y acompañantes”, concluyó.