No pudo nuestra guerrera Yarisley Silva avanzar más en la final olímpica de la pértiga y quedó ubicada en un octavo puesto con un salto de 4.50 metros.
Todas las atletas en competencia tenían mejores marcas que ella en esta temporada y sabíamos que sería muy difícil que pudiera encontrar un lugar en el podio en estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
A sus 34 años, esta pinareña nos ha regalado múltiples alegrías a lo largo de su carrera deportiva y hoy, nos toca agradecerle por eso y aplaudirla fuerte, aunque regrese a su tierra sin medallas.
No olvidaremos jamás su metal plateado en la cita de Londres 2012 que le dio a Cuba su primer podio en esa especialidad en la historia de estos juegos, sus títulos en los mundiales de Beijing 2015 y Sopot 2014, y sobre todo, sus tres medallas de oro en Juegos Panamericanos, algunas veces saliendo al campo sin el cartel de favorita.
Yarisley, es la sexta atleta de la pértiga que más alto ha saltado en la historia de este deporte con aquel 4.91 metros que alcanzó hace seis años atrás, ha tocado las estrellas y la gloria misma con su estirpe de luchadora, y nos ha hecho sentir orgullosos de ser cubano en sus andares por los escenarios del mundo. Por todo eso, lo mejor que podemos decir ahora se resume en una palabra: ¡Gracias!