Sentada frente a su laptop, entre cientos de apuntes, Laura descarga los archivos orientados por su profesora de Metodología de la Investigación. La futura bioquímica agradece sin cesar al EVEA. Cierra su agenda e introduce la clave para entregar el “dichoso” trabajo finalizado.
¡Error! Al ver el cartel, Laura lanza un sinfín de improperios a la plataforma, que minutos antes era la causa de su entusiasmo.
Sin dudas, la pandemia de covid-19 ha golpeado a todos los sectores de la sociedad, tanto dentro como fuera del país. La rama educacional aún enfrenta situaciones complejas para el desenvolvimiento de su función principal, pero se propusieron diversas soluciones para la continuidad de estudios. Una de ellas fue el empleo del EVEA, una opción dirigida específicamente a los alumnos de la Universidad de La Habana.
¿Qué es el EVEA?
Creado en 2018, el entorno virtual de enseñanza y aprendizaje (EVEA) es una plataforma informática encargada de orientar la comunicación pedagógica entre los universitarios que intervienen en el proceso educativo. Además, tiene la misión de crear espacios o comunidades organizadas en torno al estudio.
El aula virtual representó un apoyo para el sistema universitario cuando los estudiantes no podían asistir a sus facultades debido a la pandemia. La estrategia fue un arma de doble filo por las deficiencias que presentaba la página, que en muchos casos solo entorpeció el trabajo de quienes la utilizaban.
Estudiantes de distintas carreras de la Universidad de La Habana (UH) tienen opiniones positivas sobre el manejo del entorno en línea, pero la mayoría han presentado algunos problemas durante el proceso de matrícula o en la realización de actividades vinculadas con el proceso educativo.
“Me ha aportado materiales importantes y fáciles de obtener mediante descarga. También, tareas o clases prácticas de las asignaturas puestas en la página que ayudan al autoestudio semanal”, comenta Gabriela González Irure, estudiante de primer año de Geografía.
José Ignacio de Smedt Machín, estudiante de primer año de Periodismo, califica su experiencia como satisfactoria, porque gracias a la plataforma pudo comenzar la universidad después del tiempo perdido por la covid-19.
“Es de gran ayuda para los estudiantes en el acceso a la bibliografía de las asignaturas, y en las aclaraciones de dudas que se generaban en las clases no presenciales”, explica.
Muchos universitarios entre los consultados han pasado por experiencias negativas y positivas en las que EVEA es protagonista. Algunos profesores, quienes también trabajan con esta aula virtual, no salieron ilesos de los problemas, pero señalan también las ventajas de la página.
“Mis expectativas al comienzo de usar EVEA fueron cumplidas, en tanto eran simples: volver a la docencia en circunstancias en las que la presencialidad no era viable. Pero, además, ser capaz de utilizar esta tecnología y montar un curso que motivara a los alumnos a aprender en un entorno hostil, explica la doctora en Ciencias Marxlenin Pérez Valdés, profesora titular de Teoría e Historia del Marxismo en la Facultad de Filosofía de la UH.
Añade que “logramos, no sin dificultades ante lo novedoso y la falta de tiempo, concebir una nueva estructura para el proceso de enseñanza y aprendizaje, solo a través de la virtualidad, y así iniciar la interacción con los alumnos. Esto implicó cambiar nuestras concepciones sobre cómo se hace una clase y cómo evaluaríamos.
“En los cursos correspondientes a dos asignaturas diferentes que impartí mediante el entorno virtual, pocos discípulos no los recibieron por esta vía. Como alternativa, obtuvieron en nuestro departamento los cursos completos y participaban en los grupos de WhatsApp alternativos que creamos”.
Miriam, profesora de la Facultad de Química, conoce la complejidad del contenido que explica. Nunca pensó encontrarse en una situación tan curiosa: ella, una maestra de 63 años, impartiendo una clase mediante internet o, mejor dicho, usando el EVEA.
No niega los contratiempos que ha tenido: contraseña, perfil, conexión, correo estudiantil, informes de entrega. Tantas cosas, que prefiere tener la tiza y el borrador en la mano.
“Al venir de una enseñanza netamente presencial como la que viví, EVEA no me generaba muchas expectativas, porque sé la importancia del intercambio con el profesor y la significación que tiene para el estudiante. Pero la plataforma fue la luz al final del túnel y la esperanza de retomar la docencia que tanto anhelábamos, aunque hacerlo de esta forma fue diferente a lo imaginado”, dice Karla Picart, profesora de la Facultad de Comunicación.
A pesar de sus fallos y lentitud, la gran mayoría de los universitarios entrevistados coinciden en que esta aula virtual permitió el inicio y continuación de sus estudios. Sin embargo, se deben destacar las debilidades para solucionarlas.
Entonces, ¿cuáles son los principales problemas del aula virtual, según la experiencia de los alumnos?
“Casi todos los errores se dieron al empezar el curso a distancia, pues era frecuente que la plataforma no permitiera acceder a diversas materias. Cuando lo logramos, era normal que EVEA dejara de funcionar por horas, incluso días, y coincidió muchas veces con la fecha de entrega de trabajos, aunque eso ya lo podíamos gestionar con los profesores”, destaca Víctor Manuel Rodríguez Pérez, estudiante de primer año de Periodismo.
Según, Roxana Yilian Bandera Sánchez, estudiante de Filosofía, la página es extremadamente lenta cuando muchas personas la utilizan, lo que imposibilita la comunicación fluida.
Esta situación –dice– lleva a optar por otras vías como WhatsApp o Telegram para interactuar con profesores y compañeros. Además, considera necesario establecer funciones de videoconferencia para conseguir un mayor acercamiento entre los usuarios del entorno educativo.
“El contratiempo más recurrente que experimenté estuvo relacionado con el chat de las disciplinas, porque los mensajes de alumnos y profesores no se guardaban y esto generó muchas insuficiencias a la hora de rectificar contenidos, días después de ser impartidos”, plantea Verónica Illana de Mier, estudiante de Derecho.
No se pueden negar los defectos del escenario docente, pero es un hecho que sin la existencia del entorno virtual de enseñanza y aprendizaje, los universitarios no hubiesen pasado de año, e incluso algunos ni siquiera cursarían su actual primer año.
Leandro Martínez Saldívar, quien cursa el tercer año de Ingeniería en Ciberseguridad en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), confirma, como muchos estudiantes, la relevancia de la plataforma para el correcto desarrollo del curso a distancia y semipresencial.
Evalúa el entorno virtual de enseñanza y aprendizaje como una alternativa a las consecuencias que generan situaciones ajenas a la institución académica, pero, desde un punto de vista informático, también menciona aspectos deficientes del EVEA.
“Es normal que las páginas nuevas tengan errores. Eso se va puliendo con las actualizaciones, pero la falta de estética del sitio hace que no atraiga a los usuarios. El empleo de elementos como guiones mal posicionados solo tiene el objetivo de rellenar espacios y esto entorpece la navegación”, señala.
Sostiene que “es un buen método para organizar cursos y comunicarse con el resto de estudiantes y profesores, pero es necesario solucionar esas dificultades para optimizar las funciones del sitio”.
Soluciones a los problemas es lo que todos los entrevistados exigen para este entorno virtual. ¿Cómo lograr las mejoras pedidas por los usuarios?
El joven Martínez Saldívar concuerca con esas opiniones que piden respuestas a las dificultades y analiza soluciones viables.
Entre ellas, se refiere a “un poco de comodidad de la interfaz para el usuario ideal. De esta forma, los individuos que inicien sesión en EVEA dispondrán de la información y las funcionalidades con mayor libertad. Revisar el código empleado para el diseño de esta aula en línea es fundamental para corregir los errores que se producen antes de efectuar cualquier opción y evitar el proceso de actualización constante durante la estadía en el sitio”.
Meses atrás, la Universidad de La Habana, al igual que otras instituciones educacionales, tuvo que detener sus actividades por el recrudecimiento de la situación epidemiológica.
Sin embargo, la plataforma de enseñanza EVEA se convirtió en un puente mediante el que estudiantes y maestros se relacionaron entre ellos y con la academia de altos estudios. Si bien es cierto que errores y contratiempos afectan en el desarrollo de las materias, no se pueden pasar por alto las ventajas del escenario en línea