Y seguimos en la sección hablando de algunas de las curiosidades -algunas ciertas y otras convertidas en leyendas- del mango, esa deliciosa fruta que gusta a muchos en todas partes del mundo.
Es un árbol sagrado para los budistas
Se dice que Buda meditaba y descansaba junto a otros monjes en un ambiente pacífico y lleno de paz que le brindaba una arboleda de mangos.
Como resultado, los budistas consideran que el árbol que produce esta deliciosa fruta es sagrado.
Sus parientes más cercanos pueden ser frutos secos como el pistacho
El pariente más cercano de un mango no se suele encontrar en otra fruta jugosa y pegajosa, sino más bien en frutos secos como el pistacho o la nuez de India.
¿Por qué?: el mango es una drupa, es decir, un fruto carnoso con una piel delgada con un centro duro llamado endocarpio que resguarda a la semilla.
Esto lo relaciona con las aceitunas, los dátiles, las nueces de India, los pistachos o las cerezas.
46 millones de toneladas procedentes de todos los rincones del planeta
La producción anual de mangos es de alrededor de 46 millones.
A los supermercados llegan ejemplares de todas partes del mundo.
No fue hasta el siglo XVII que los portugueses y españoles trajeron esta fruta a América. En Europa, solo se cultivan mangos en España, en concreto, en Málaga, una región menos propensa a sufrir heladas.
La mayoría de mangos que se comercializan son de la variedad Tommy Atkins, ya que esta crece rápidamente y alcanza un buen tamaño y color.
Además, resiste muchos tipos de hongos y no se magulla fácilmente, lo que significa que puede durar mucho más en los estantes de las tiendas.
LA RECETA DE HOY:
Jugo de mango cocido
Ingredientes:
10 mangos entre verdes y maduros
Clavos de olor
Azúcar, al gusto.
Preparación:
Lava los mangos, pícalos y ponlos a hervir con suficiente agua y los clavos de olor.
Una vez que hiervan déjalos reposar y licúa por partes, cuela, endulza a su gusto y ponlo a enfríar.