Raúl y Díaz-Canel rindieron tributo al Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana; y el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, rindieron tributo, este martes, al Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, fallecido el pasado 14 de diciembre, luego de un siglo de comprometida existencia.
Justo a las diez de la mañana inició, en la Necrópolis de Colón, la ceremonia de honores militares en los funerales del Comandante rebelde, hombre de confianza de Fidel, a la que asistieron, además, los miembros del Buró Político Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización, y el general de División Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior; así como el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, vice primer ministro; y el Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura.
Especialmente allí, en medio de altos oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de familiares y amigos, estaba su amada Gina, compañera en la lucha y en la vida hasta el último de sus días.
Acompañado por la banda de música del Estado Mayor General, el cortejo fúnebre avanzó por el camposanto hasta el Panteón de las FAR, sitio donde fueron inhumadas las cenizas del destacado revolucionario. Las notas del Himno Nacional ya habían reafirmado que «la Patria os contempla orgullosa», cuando la descarga de fusilería le esculpió los últimos detalles a la solemnidad.
En las palabras de despedida, otro Comandante rebelde, José Ramón Machado Ventura, hizo un merecido recuento de la historia fecunda de Camacho, de sus «brillantes servicios prestados a la Revolución», siempre desde la más absoluta fidelidad a la causa revolucionaria.
Recordó su participación en la clandestinidad y en las acciones para derrocar a la dictadura de Batista; y destacó su valor ante torturas salvajes, y sus aportes a la lucha guerrillera en Camagüey.
Sobre Camacho, dijo Machado Ventura que «fue un cuadro imprescindible de la historia de la Revolución Cubana». Fue Primer Secretario del Partido en las provincias de Pinar del Río, Santiago de Cuba y La Habana, cumplió servicio en el exterior, ocupó responsabilidades en las FAR y se entregó por entero a la preservación del medio ambiente, al frente de la Oficina de Desarrollo Integral Guanahacabibes, en territorio de Vueltabajo.
«La vida y obra del Comandante Camacho constituyen un ejemplo de modestia, honestidad, entrega sin límites al deber, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, al pueblo y a la Revolución, a la que unió su lealtad inquebrantable al Comandante en Jefe y al General de Ejército», afirmó Machado Ventura.
Poco después, cerca de las cinco ofrendas florales colocadas en nombre del General de Ejército, del Presidente, del Ministro de las FAR, de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, y de la familia, también estuvieron las rosas de Raúl, de Díaz-Canel y de los demás participantes, en un homenaje que incluyó a un nutrido grupo de compañeros de trabajo, y de hombres y mujeres que le conocieron y admiraron.
Al término de la ceremonia, Raúl saludó a los familiares, les trasladó las más sentidas condolencias y abrazó a Gina. Con él también la abrazó Cuba, un país que rinde honores a hijos de la altura moral de Camacho, quien continuará presente «en cada empeño por el bien de la Patria».
