Como muchos otros sectores del país, la avicultura pinareña ha sentido el impacto de la crisis económica y de varios factores que la llevaron a tocar fondo en 2024, una situación que trabajan por revertir a través de producciones cooperadas y otras estrategias.
Hoy la producción mensual de huevos en la provincia ya alcanza alrededor del 24 por ciento de lo que producían en 2019, una cifra que, si bien es exigua para cubrir la canasta básica, garantiza volúmenes para programas priorizados y algunas dietas médicas.
“A finales de ese año inició un recrudecimiento del bloqueo a nuestro país, sobre todo, a las empresas estatales socialistas. Esta situación se agravó con la pandemia, que aunque prácticamente paralizó el país, la avicultura continuó moviéndose. Después comenzaron las carencias de combustible y energía que afectan la incubación artificial, y en 2022 el huracán Ian devastó parte de la infraestructura”.
Así lo explica Edel Triana Velázquez, director general de la Empresa Avícola Pinar del Río, a la vez que añade que el 46 por ciento de las instalaciones ya cuentan con animales, mientras trabajan en la recuperación del resto, a pesar de las dificultades para adquirir materiales de construcción, principalmente, cemento.
“Aunque todos esos factores deterioraron seriamente la avicultura en la provincia, hoy nos vamos recuperando. Mantenemos la masa de ponedoras y tratamos de incrementarlas. La prioridad está en las aves básicas, o sea, en el inicio y desarrollo del remplazo de reproductores, y en la incubación artificial, aun cuando persisten los problemas con la energía y el combustible”, apuntó.
Refirió que cuentan con inicio y desarrollo de remplazo de ponedoras para renovar la masa y poner al día el movimiento de rebaño, en aras de ir poco a poco completando las capacidades que habían perdido.
Aclaró que el huevo que se produce en Pinar del Río sigue sujeto al balance nacional; sin embargo, los volúmenes de producción todavía no son suficientes para cubrir la canasta básica.
“Como política, la avicultura en el país utiliza un nuevo modelo de gestión que incluye las producciones cooperadas. En este caso, la Empresa tiene este tipo de contrato con dos altos productores tabacaleros.
“Nosotros ponemos los animales, las instalaciones, los trabajadores, el asesoramiento, además de otros recursos, y ellos ponen el pienso, que representa más del 65 por ciento del costo de cualquier producción de huevo.
“Esta producción se destina a varios programas de consumo social como el Materno Infantil, las embarazadas, los hospitales, el Sistema de Atención a la Familia (SAF), los círculos infantiles y otros sectores vulnerables”, refirió Triana Velázquez.
Agregó que el incremento de las producciones les ha permitido, desde hace dos meses, entregar huevo a niños con dietas médicas crónicas.
“A través de las producciones cooperadas, también con empresas estatales, hay presencia en los mercados, y eso, aunque no alcance para cubrir toda la demanda, al menos es una forma de combatir la inflación que existe con el producto.
PERSPECTIVAS Y ESTRATEGIAS
Sobre las proyecciones para el desarrollo de los indicadores productivos, precisó que, para el próximo año, prevén la puesta en marcha de una segunda nave automatizada en la granja 28 de Enero de Consolación del Sur.
El directivo se refirió, también, al huevo que en la actualidad se expende en USD: “Una parte sale de la Empresa, a partir de un esquema de financiamiento que implementa el país. Este financiamiento retorna y nos permite comprar el pienso.
“Con ese alimento abastecemos a la gallina ponedora y el excedente nos da para comprar más alimento y utilizarlo en el desarrollo de los remplazos para ir aumentando la masa. Esta estrategia nos va a permitir crecer en la producción de huevos y poder llegar a otros destinos”, concluyó.